Querida amiga, ¿Cómo estás? ¿Cómo va terminando mayo?
Yo escribo este correo sentada en mi nueva casa; la vida me ha llevado, como tantas veces, por caminos que no esperaba. Hoy quiero confesarte algo. Aunque me mudé a finales de abril, recién en estos días siento que estoy llegando a mi hogar. Pareciera que mi cuerpo entró primero y mi alma apenas está abrazando esta nueva etapa en mi vida.
Para sentirme en casa, seguí los pasos de mi ritual. Llegué del trabajo, me quité los zapatos y puse mis manos sobre el calefactor para entrar en calor, mientras la pava humeaba lista para preparar un rico café que calentara mi espíritu. Fue en ese momento que decidí sentarme a escribirte.
Quiero contarte tantas cosas. Primero, agradecerte de corazón por ser parte de la comunidad, por los mensajes y palabras que me regalás, por contarme lo que sentís al leer "Tu palabra, tu poder". ¡Estoy tan agradecida!
Aprovecho la ocasión para hacerte partícipe del nombre que elegí para las mujeres de esta comunidad y cómo surgió ese nombre.
Somos "MUJERES FARO".
Fue en un encuentro de un grupo de mujeres, profesionales en acción, que surgió este maravilloso nombre. Quiero contarte qué significa para mí ser una mujer faro.
La Real Academia dice que un faro es: "una torre de señalización luminosa situada en el litoral marítimo o tierra firme, como referencia y aviso costero o aéreo para navegantes, siguiendo un código descriptivo que sirve para identificarlo denominado luz característica. Están coronados por una o dos lámparas potentes"
Y si vamos más profundo podemos decir que es "aquello que da luz en un asunto, lo que sirve de guía a la inteligencia o a la conducta".
Desde ese día he estado reflexionando profundamente sobre ser una mujer faro, el impacto que tiene eso en nuestras vidas y es mi deseo compartir hoy contigo.
Una mujer faro es aquella que ha aprendido a iluminar su propia vida, poniendo luz en sus partes oscuras y permitiéndose brillar en sus virtudes.
Es una mujer resiliente y constante en su camino, que se permite hacer alquimia y transformar la vida a cada paso sembrando semillas de amor.
Es una mujer que cultiva su jardín para mejorar el metro cuadrado que la rodea, incluso en sus días más tristes.
Se habilita a sentir y no se esconde del mundo porque está aprendiendo que es única e irrepetible y que ha venido a este mundo a dejar su hermosa huella.
Eleva su vibración y llega a muchas otras personas siendo manantial, refugio y guía.
Se permite la soledad y el silencio para habitarlo y conocerse cada día más.
Ocupa roles como hija, hermana, madre, amiga, compañera, maestra, sanadora, maga, cocinera y muchos más, sin olvidarse de ser ella misma.
Es una mujer con un gran corazón que al haber iluminado su vida, ilumina a su alrededor llenando de luz el camino de otros.
Puedo asegurarte que me embarga una gran emoción al escribir estas palabras y que después de tanto camino recorrido, de tantos golpes y caídas hoy me siento más entera que nunca.
Me encantaría recibir tu respuesta a este correo contándome tus sentimientos. Lo estaré esperando con muchas ganas de saber de vos.
Te abrazo fuerte.
Con amor,
Kari