¡Querida Mujer Faro!
Este 5 de diciembre cumpliré 50 años, y al escribirte hoy, siento que estoy celebrando mucho más que un número. Celebro la vida misma, los aprendizajes, los pasos dados y también las pausas necesarias. Celebro los momentos de luz, pero sobre todo, aquellos momentos donde aprendí a buscar dentro de mí esa chispa que nunca se apaga.
En este cumpleaños tan especial, no puedo dejar de pensar en vos, en este círculo de luz que construimos juntas. Porque, aunque tal vez no te lo recuerdes lo suficiente, vos también merecés celebrar.
El merecimiento es un acto de amor propio. Y muchas veces, lo olvidamos. Pensamos que tenemos que lograr más, hacer más, ser más… y nos olvidamos de que, simplemente por existir, por ser quienes somos, ya merecemos amor, cuidado, sueños cumplidos, pausas reparadoras y una vida plena.
Por eso quiero invitarte a hacer una pausa conmigo y reflexionar:
- ¿Qué parte de vos se siente hoy digna de amor y celebración?
- ¿Qué estás postergando para vos misma porque creés que "todavía no es suficiente"?
- ¿Qué podés regalarte hoy para recordarte que merecés recibir?
Mujer Faro, este mensaje no es solo una invitación a celebrar conmigo mi cumpleaños. Es, sobre todo, una invitación a que te permitas sentirte merecedora. Merecedora de la vida que soñás, de los momentos de descanso que tu cuerpo y alma necesitan, y de todas las bendiciones que llegan cuando abrimos los brazos y dejamos de luchar.
Para celebrar juntas este camino, quiero que sepas que preparé algo especial, algo que simboliza este acto de recibir con gratitud y amor. En mi cumpleaños habrá un sorteo lleno de magia y pequeños regalos del alma. Pero más allá de los premios, mi mayor deseo es que al leer esto te tomes un momento para mirarte, agradecerte y celebrarte.
Porque vos también sos luz. Sos faro. Sos guía. Y, por sobre todo, sos merecedora.
Que esta carta sea un recordatorio de que la vida empieza y florece desde adentro. Que cada respiración, cada paso y cada latido es una oportunidad de reconectar con el amor que ya existe en vos.
Hoy, como siempre, la magia empieza en vos.
Con todo mi amor y gratitud,
Kari
Mujer Faro, escritora, soñadora, compañera de este viaje